Una Tragedia Argentina es una comedia negra sobre los secretos familiares que plantea si es necesario o no decir siempre la verdad. Cada integrante de la familia vive lo cotidiano desde la hipocresía del disimulo. La pregunta de uno de los personajes desata confesiones que van generando múltiples heridas en el cuerpo y en el alma.

Obra ganadora de la 1º Mención del Concurso Nacional de Dramaturgia 2003
Obra ganadora del premio Teatro del Mundo 2006 otorgado por la UBA - Dramaturgia

Presentacion Temporada 2007

Una familia disfuncional

Una familia disfuncional

Dejanos tu comentario sobre la obra


Queremos conocer tu opinión sobre la obra, dejanos tus comentarios y podrás ver también lo que opinaron otros espectadores.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Felicitaciones al equipo que trabaja para recrear de modo tan agradable esta cotidiana tragedia familiar y bien argentina. La risa que produce en el espectador, comprueba la cercanía de las escenas con la vida diaria. Lo que parece tan sangriento y descabellado, puede ser demasiado real. ¿Seguiremos creyendo que lo primero es la familia?

norberto dijo...

Por momentos me rio y por momentos no se si reirme, porque la realidad a veces es mas cómica y a veces mas cruel!, cuantas cosas no sabemos de nuestro entorno familiar y a veces cuantas sospechas tenemos sin animarnos a sacar esas verdades , que podrían desencadenar tanto desastre!!!!.
Que es mejor? dejarlo asi o seguir buscando la verdad y hacernos polvo?

Anónimo dijo...

Me encantó. Fui con mi esposo a verla y creo que desde el comienzo de la obra hasta su final, ninguno de los dos ni siquiera pestañamos. Desde ya nos gusta mucho el teatro, es más nos gusta tener al artista bien cerca para poder disfrutar de cada uno de sus gestos y expresiones y eso nos sucedió en Pan y Arte. El argumento de la obra fue muy bueno, según como se lo mirara, era muy gracioso o muy dramático. Los actores de primer nivel y el teatro muy cálido. Nos han atendido muy bien. Volveremos pronto.

Anónimo dijo...

Gracias elenco. Me dieron la oportunidad de disfrutar de un juego simbólico entre el rojo, las puñaladas, el filo y los dolores sentidos y no sentidos pero imaginados, que llevan al actor a la búsqueda permanente de lo creíble en una trama casi increíble…
Subrayando de un modo satírico el terrible conflicto que generan las pasiones sexuales mezcladas con arraigados sentimientos de familia, individualidad, soledad y angustia; esta obra me contó de un modo dramático otra experiencia de pasiones… Fuertes pasiones…
Pasiones, tan imposibles de dominar que los convierte en personajes atormentados por la insaciedad y el fantasma de la inmoralidad acechándolos en cada instante.
Pasiones encarnadas, hasta el punto de parecer un síndrome o un gen familiar, cuando en realidad no son más que otra faceta humana, que quizá hoy va saliendo a la luz, aún cuando puede haber existido siempre entre tinieblas, silencio y ojos ciegos.
Pude sentir el contacto con un grupo de actores que manejan con suma destreza el desasosiego de un argumento audaz y crudo.
Percibí un protagónico femenino que a veces pareciera no mostrarse lo suficiente; quizás el papel más “jugado” de encarnar: debió dar a luz una hermana de su propio marido, ser la misma mujer para un padre y su hijo, artífice de la pasión exacerbada… Y pertenecer al hoy mientras debía parecer de una época de madres hogareñas e inmaculadas…
Realmente disfruté muchísmo del espectáculo y sobre todo disfruté de la audacia de todos y cada uno de los que trabajan en él, los que se ven en escena y los que no se ven pero estuvieron del lado de la butaca, entre nosotros los espectadores, desde el nacimiento de la idea que luego se convirtió en una Tragedia Argentina.
Ofelia.


Esta obra cuenta con el apoyo del INSTITUTO NACIONAL DEL TEATRO